Compartiendo silencios
¿Has
compartido alguna vez silencios?
Yo sí,
Son momentos muy especiales que deseas que no terminen nunca, que llegan de algún recóndito lugar y se instalan por sorpresa, no los puedes crear, se dan en cualquier momento y lugar.
Hay muchos tipos de silencios...
Esta el silencio de una flor, el silencio de emoción, el silencio de enfado, el silencio de pareja, el silencio de lluvia, el silencio de la noche, el silencio del mar, el silencio de un cine, el silencio de la ira, el silencio del amor, el silencio de un anciano, el silencio incomodo, el silencio de un caminante, el silencio de la soledad, el silencio del dolor, el silencio del desamor, el silencio de la impotencia, el silencio entre amigos… Son innumerables.
Yo sí,
Son momentos muy especiales que deseas que no terminen nunca, que llegan de algún recóndito lugar y se instalan por sorpresa, no los puedes crear, se dan en cualquier momento y lugar.
Hay muchos tipos de silencios...
Esta el silencio de una flor, el silencio de emoción, el silencio de enfado, el silencio de pareja, el silencio de lluvia, el silencio de la noche, el silencio del mar, el silencio de un cine, el silencio de la ira, el silencio del amor, el silencio de un anciano, el silencio incomodo, el silencio de un caminante, el silencio de la soledad, el silencio del dolor, el silencio del desamor, el silencio de la impotencia, el silencio entre amigos… Son innumerables.
Para
mi uno de los silencios compartidos, más bonitos, es cuando descubres que estas con alguien especial y… sabes por su mirada que el silencio también
lo ha atrapado a él, que no piensa en
nada, que solo quiere disfrutarlo dejarse llevar por él y el momento de paz que
se crea entre el silencio y ambos.
Esos
inesperados silencios hacen que disfrutes de otra manera de... momentos, lugares,
o personas con quien los compartas. Como viendo una totalidad que antes te
perdías.
Creo
que los silencios lo magnifican todo.
Yo
aun guardo el silencio que compartí con unos
amigos de una noche clara y estrellada. Lo recuerdo como si fuera ayer, y de
eso hace más de diez años. Recuerdo que era por julio, en un pequeño pueblecito
a las afueras de la ruidosa ciudad de Granada, me encontraba allí de vacaciones
ya me habían hablado de aquellos cielos donde parecía que podías tocarlas con las manos,
jamás había visto uno tan claro y lleno de estrellas y constelaciones cómo
aquel, recuerdo que la gente tenía por costumbre salir a pasear a altas horas
de la noche pues los días eran muy calurosos. Serian la una de la madrugada
estábamos en la zona alta del pueblo donde había una montaña, en la que la
gente había hecho como una especie de mirador nocturno dónde se reunían a
observar las estrellas y por supuesto a compartir los silencios que allí se creaban.
Podías pasar largas horas contemplando aquella maravilla.
Estoy
convencida que aquel sitio, es uno de esos lugares especiales que hay
repartidos por toda la tierra, y que solo hay que buscarlos donde vivas, merece
la pena.
Porque…Si
el silencio te atrapa junto a un bonito paisaje, te puedo asegurar que jamás lo volverás a ver
igual.
1 comentario:
Que bonita sensación. Los silencios compartidos siempre son especiales cuando te sientes cómodo con la persona con quién compartes. Aprovecharé para dejarme atrapar por el silencio unos instantes. Gracias Montse. Un beso.
Publicar un comentario